El jueves tuvimos la oportunidad de ver la película de 1961 «Plácido», de Luis García Berlanga. En una pequeña ciudad de provincias, una Comisión de «señoronas» de la burguesía local decide tener un gesto de caridad hacia los «pobres» del lugar. Para ello, organizan una cabalgata solidaria con un elenco de actores de segunda fila de la capital, el Comité de «señoronas» y los pobres de la localidad reclutados «forzosamente» por las monjitas de la caridad.
Tras la cabalgata, se organiza una subasta en la cual las familias más pudientes pujan para compartir su cena de Nochebuena con un pobre y una artista. Lo que parecía que debería acabar con un final feliz tiene un trágico desenlace. Un esperpento recreado con gran maestría por Berlanga apoyado en un guion magnífico donde se ve la mano de Rafael Azcona. Una versión durísima de la España de 1961 que no dejó indiferente a ninguna de los 27 asistentes, (15 mujeres, 12 hombres).